Descarrile en tu estación gris
casi por casualidad,
hará hace cuatro años.
Confieso que al principio
no te tenía aprecio,
tu sucio olor, tu espeso ambiente,
tu insoportable calor contaminado por el ruido.
Nada nos empujaba a que tú y yo nos afinásemos.
Hoy puedo decir con orgullo
que formarás parte de mí
a lo largo de mi largo caminar.
Sería burdo decir que algún día
te echaré de menos por tus paisajes,
o por tu gente, o por tus calles, o por tus…
Sería desagradable que sólo te recordase por cosas tan vulgares.
Solo tú y yo sabemos porque nos echaremos de menos.
No cabe en un montón de palabras desordenadas,
ni siquiera en un montón de palabras ordenadas,
sería inútil tratar de describirlo.
Así te abandono,
tú con tus ojos tristes y oxidados,
yo con la esperanza de un nuevo porvenir.
El amor verdadero es tan sólo el primero, dicen que los demás son sólo para olvidar.
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