BIENVENIDOS A CELDA MELANCOLÍA

Os presento a continuación mi pequeño espacio, en el que podreis leer poemas que escribo, así como pensamientos y demás divagaciones. Quizás alguno de vosotros lo lea y crea que es una basura literaria. No pretendo escribir buena poesía ni mucho menos, tan sólo aliviar ciertos sentimientos. Bienvenidos por tanto a esta celda, mi Celda Melancolía.

La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.

Federico García Lorca.


El amor verdadero es tan sólo el primero, dicen que los demás son sólo para olvidar.

jueves, 29 de julio de 2010

150 kilómetros

Recorri a ciegas
las esquinas coloreadas de mi corazón
recorri a tientas
muchas veces entre sábanas blancas
150 km. de ilusión.
Y ahora desterrado del paraíso
todas las noches
por mis venas el alcohol
recorre 150 Km. de desamor.
Recorri a ciegas
caminos fríos al alba, helados,
los recorri a tientas
con miedo pero valentía
150 km. robados.
Si, los recorri a ciegas,
los recorri a tientas
y quizás se rieron de mi,
pero esos 150 km.
que tantos dias sufrí
murieron aquel dia de San Fermin.

miércoles, 28 de julio de 2010

LOS SUEÑOS QUE AYER SOÑÉ

En los charcos embarrados del ayer
naufrago abrazado a los recuerdos
y el agua sucia que corre por mi piel
que brota del pozo de mis ojos
se mezcla con el espeso y tupido lodo
que son los sueños que ayer soñé.

En la prisión del jugar y perder
habito en la celda melancolía
y los pensamientos que vagan en mi ser
que manan de fuentes umbrías
se confunden con falsas alegrías
que son los sueños que ayer soñé.

Pensé que me amabas, que me querías
pero sólo me necesitabas, de mi te reías.
Y ahora que sólo estoy, gracias!!
gracias por enseñarme lo que no es amor
y pensé,
que son los sueños que ayer soñé.

DULCE VIDA

Mi pellejo se arrastra por el asfalto de la vida
mas no creas que estoy perdido sino escondido
en este enjambre de recuerdos de amores perdidos
que marchita mis entrañas, mi alma, mi ánima.

Se oye la voz en la profundidad del frio silencio
y acojo en mi interior espesos nimbos de cólera
que alimentan con su carne todas mis dulces penas
nutriendo las oscuras úlceras de mi corazón podrido.

Pero no creas que este poema que ahora vomito
a golpes de tinta contaminada por el dolor
sirve para mitigar mi sensación de abandono
sólo me alza a las profundidades de un risueño camino.

Oigo melodías en mi cabeza que intento evitar
tantas veces oídas, pero tan pocas escuchadas
y aunque las farolas de la plaza eludan alumbrar
nunca necesite ojos para oir tu respirar.

Sucias y gélidas verdades que escupen los años
se clavan como cuchillos en mi entresijo de vísceras
golpeando los tabiques deslucidos y agrietados
entre los que habito cumpliendo mi dulce condena.

Y aunque nacemos libres, morimos presos
presos del destino que nos envuelve en trapos sucios
sucios de dolor, penas y malos pensamientos
que nos llevan de un presente a un futuro incierto.